HISTORIA DE LA TEOCRACIA ECUMÉNICA

La Teocracia Ecuménica es, en si misma, una Comunión Soberana. Nacida de la voluntad de Dios, y por obra de El, en fidelidad a El se fundamenta. Nacida en los origenes, protegida por la solicitud Divina, fortalecida por amor del Pueblo de Dios, procurando captar toda la realidad y sabiduría de El, corregiendo sus propios errores, procurando adaptarse al ministerio que le competía, la Teocracia es hoy una magnífica tarea de trabajo.

Tuesday, January 17, 2006

OSMANLI


DEDICADO A NUESTRO PARIENTE S.M.R.I. y Reverendísimo Monseñor George I Soliman Khan IIIº O.S+G, XVIIº Sultán Osman Oglhou, Pasha de Iure, Proto Eparcha de Edirneh
2º Moderador Ecuménico del Santo Sínodo de la Santa Iglesia.


SIEMPRE SE TIENDE A CREER que los turcos son un pueblo de raza árabe, y lo que es aún peor se les denomina moros cuando los únicos pueblos a los que se les puede poner este calificativo son a los del norte de África y, más concreta­mente, a los del Magreb.

Los turcos son un antiguo pueblo que tradicionalmente vivió en una extensa zona de Asia Central, emparentados con otras tribus de carácter nómadacomo los mongoles. En la actualidad hay turcos no sólo en Turquía, sino también en algunas repúblicas ex-soviéticas como Azerbayán, Kazakhistan, Uzbekhistan, etc. Todos pertenecen a la gran fami­lia turca y hablan un idioma semejante. La historia de los turcos se inicia mucho antes de que la dinastía otomana (más correctamente osman-li) tome el poder en la zona de Anatolia.

Mientras las grandes culturas clásicas se desarrollan en esta península y los árabes empiezan a llamar a su puer­ta, los turcos desarrollan su existencia muy lejos de esa base, en una zona indeterminada de Asia Central.

...Turcos y mongoles provienen de una raíz común y su historia se entrelaza con las culturas nómadas de Asia Central. De hecho, algunas tribus turcas habi­taron en la zona de Mongolia mucho antes de que los mongoles se establecieran allí y expulsaran a los turcos. Turcos y mongoles establecían lazos de san­gre con tribus vecinas, y ello fue en parte la causa de la confusión que se creó entre ambos. Tal vez por ello, los investigadores no se ponen de acuer­do sobre el origen y la adscripción de algunos de los más importantes personajes de ambos pueblos. Para unos, Genghis Khan y Timur Leng (Tamerlán)son mongoles,- para otros, decididamente turcos e incluso para otros, tienen una considerable mezcla de sangre. Esto puede ser lo más próximo a la realidad.

...Asia Central fue durante la Antigüedad la zona más propicia para la creación de grandes culturas. Parece que los pueblos nómadas han jugado un importantísimo papel en su desarrollo, como ele­mento vivificador en la simbiosis cultura nóma­da/cultura sedentaria, que dio lugar a un proceso repetido con bastante frecuencia: invasiones nóma­das sedentarización/asimilación/ nuevas inva­siones nómadas que revitaliza el sustrato existente y da lugar a una nueva civilización.

Al mismo tiem­po, una vez que los conquistadores nómadas se habían asentado en las ciudades, asumían el deber de proteger la cultura y las ciencias, que entonces renacían con renovado vigor.Los nómadas son aquellos pueblos no agrícolas que llevan una existencia móvil, basada en la recogida de frutos y en la caza, pero dado que el término nomadismo deriva de la palabra griega nema (apacen­tar), debería aplicarse sólo para señalar a los pasto­res móviles que dependen principalmente para sub­sistir de sus rebaños.

Los auténticos pastores nóma­das no tienen un lugar de residencia fija, sino que se desplazan de un campamento a otro, dentro del territorio de su tribu, de acuerdo con las exigencias de los pastos. Es lo que se conoce también como la cultura de la yurta, siendo la yurta la típica tienda de campaña de fieltro usada por estos pueblos. Este tipo de nomadismo se propagó pronto hacia el Este llegando hasta Mongolia.

La palabra turco fue registrada por primera vez en los anales chinos hacia el 1 300 a. C. donde apare­ce como t'ukitie. Las inscripciones de Orkhon del siglo VIH a. C. encontradas en Mongolia, hablan de un reunión de tribus bajo una sola autoridad contra el enemigo principal, los chinos. La religión de estos nómadas fue durante mucho tiempo el cha­manismo, una fe politeísta llena de tótems y magia.

Gradualmente, algunas tribus adoptaron el budis­mo, otras el mazdeísmo, el nestorianismo o el maniqueísmo (estas dos últimas ramas próximas al Cristianismo). Los turcos pertenecían entonces al grupo de la raza amarilla, dentro de la cuál el géne­ro más cercano es el mongol. Un recorrido por el mundo de la miniatura turca (ilustraciones de manuscritos), nos llevará a ver el gran número de figuras que aparecen con esos rasgos, lo que indica que la población con estas características debió de ser bastante numerosa.en su deambular por Asia Central, no tardarían en tomar contacto con el Islam y, sobre todo, con el Califato abbasí con sede en Bagdad, ya en nuestra era.

Los turcos entraron en la historia islámica -y realmente en la historia del mundo-, por la puerta de atrás. Su fama de guerreros feroces, incansables y entusiastas, que en el futuro hará temblar a Europa, los llevará a luchar como soldados merce­narios en las filas abbasíes. La turbulenta situación interior hizo desconfiar a los califas de la fidelidad de sus servidores tradicionales, árabes y persas. Un ejército permanente era más necesario que nunca para mantener la seguridad del gobierno central en aquella época. No tardarían mucho los turcos en convertirse en una especie de "guardia pretoriana" del Califa.

Ya a fines del siglo IX, algunos oficiales turcos recibieron el mando de provincias, prueba de la confianza a la que se habían hecho acreedo­res. Con el tiempo, adquirirán gran poder, siendo piezas clave en el nombramiento y deposición de califas que estaban cada vez más en sus manos

..EI jefe de los turcos se titulará entonces emir de los emi­res, índice de supremacía indiscutible. Pronto surgirá el primer Estado turco en los albo­res del año 1000 y en la zona de Afganistán. EI general turco Sabuktagin ocupó Ghazna en el 977 y fundó la dinastía ghaznávida. La corte turca de Ghazna destacó por su brillo intelectual y artístico. Esta cultura fue reemplazada pronto por la dinastía seljuk (Selcuk en turco, aunque también se le cono­ce en castellano como selyúcida, seljukí o seleúcida). Los seljuks eran un grupo originario de Mongolia exterior que a fines del siglo VIII marcharon al oeste, y hacia finales del siglo X se convirtieron al Islam. Animados por el celo intransigente de los neófitos, los seljuks se lanzan al asalto de ciudades y reinos en una auténtica guerra santa contra los heréticos chutas, tras haber recibido la predicación sunníta de los misioneros de Bagdad.

En 1040 aplas­tan a los ghaznávidas. Esta victoria les aseguró el dominio en toda Persia. EI arraigo de los seljuks en la zona atrajo a otros pueblos turcos, lo que permi­tió que en 1055 el jefe Selcuk, Tughrul, entrase en Bagdad, donde fue designado sultán por el Califa. Éste, prisionero de los turcos, alienta sus conquis­tas y todas las dinastías musulmanas caen bajo el dominio de los seljuk.el jefe Selcuk, Tughrul, entrase en Bagdad, donde fue designado sultán por el Califa. Éste, prisionero de los turcos, alienta sus conquis­tas y todas las dinastías musulmanas caen bajo el dominio de los seljuks.

EI Imperio árabe ha sido sustituido por el Imperio turco. EI sucesor de Tughrul, Arslan, aplastó a los bizantinos en la importante batalla de Manzikert en 1071, cerca del lago Van, lo que les permitió extenderse por Anatolia e instalarse en Nicea (Iznik). Sus enemigos no serán ya los bizantinos, bastante quebrantados, sino los Cruzados. Damasco, la antigua capital del califato omeya, cae en poder de los Selcuks en 1076, coincidiendo con los años de gobierno de Malishah, el más grande de los sultanes Selcuks (1072-1092), quien, con su gran visir Nizan, restaura para Bagdad el esplendor de antaño.La unidad de mando sobre los territorios duró poco. Tras la muerte de Malishah, se inició la desintegración del Imperio seljuk en tres grandes conjuntos: Anatolia, Persia y Siria.

De estos reinos, el que estaba llamado a tener un desarrollo más bri­llante y una vida más larga fue el Sultanato de Rum (así llamado por estar integrado por antiguas pro­vincias romanas), establecido en Anatolia. Una vez allí, los seljuks dejaron sus correrías y se hicieron sedentarios. Pero por Oriente llegó el desastre. Como un alud incontenible cayeron sobre ellos las hordas de Genghis Khan (1167-1227). A su muer­te, su nieto Hulagu continuó avanzando sin des­canso, destruyendo cuanto encontraba a su paso.

En 1258 pusieron sitio a Bagdad que tomaron casi sin combatir. Decenas de miles de sus ciudadanos fueron asesinados, el palacio del Califa quedó en ruinas y el propio Califa, casi con toda su familia, murió asesinado. Bagdad cayó para no levantarse jamás, y por primera vez el Islam se quedó sin su jefe religioso.Anatolia no sufrió tanto como otras zonas. La inva­sión mongol provocó la aparición de incipientes principados turcos de escasa entidad en cuatro zonas geográficas.

De entre ellos los osmanlíes u oto­manos, al mando de su jefe Osman, fueron los lla­mados a tener un futuro más brillante. En un prin­cipio, los otomanos no constituían un Estado, sino un clan familiar ansioso de conquistas y botín. Se apoderaron de Anatolia al mismo tiempo que el Imperio bizantino decaía hasta sus últimos grados de descomposición, minado por luchas internas. Pero Osman extendió rápidamente su dominios a costa especialmente de su vecinos turcos.

Nadie podía imaginar entonces el gran Imperio que estaban a punto de crear aquellos pastores nómadas de tan antiquísimo origen. En 1453, y como gran paradoja de la historia, desde la que había sido capital del Imperio Cristiano de Oriente, los oto­manos se encontraron a la cabeza de un Imperio islámico tan importante como el de los omeyas o el de los abbasíes, sus antiguos amos. Desde su núcleo originario de Anatolia abrazaron, entre los siglos Hungría, Rumania, Siria, la zona norte del Mar Negro, Egipto, el norte de África hasta las puertas de Marruecos, Arabia e Irak. Entraron en contacto con grandes civilizaciones: Bizancio, Persia, la cultura clásica grecorromana, el Renacimiento euro­peo, la India de los Mezclaron su sangre con griegos, rusos, europeos, Grandes Mogoles, etc. árabes. Desgraciadamente, hacia finales del siglo XVII el cáncer que provoca la caida de todos los imperios se había adueñado ya del cuerpo. Hoy el gran Imperio de Solimán el Magnífico es sólo un recuerdo en los libros de Historia. Tras el estable­ cimiento de la República, lo otomano se llegó a ver como algo despreciable y atrasado y se trató de borrar de la mente colectiva de los turcos una cul­ tura que había cubierto 500 años de su historia. En ese momento, las bases de la nación turca fueron la búsqueda de la occidentalización y de la equipara­ción con Europa, al mismo tiempo que esta tenden­cia se veía compatible con las costumbres nómadas de los antiguos pueblos de Asia Central. EI Islam, aunque tolerado, se vio hasta cierto punto proscri­to. En la actualidad, las cosas se han matizado bas­tante,- un gran sector de la población turca se sien­te orgulloso de haber sido la cabeza de un Imperio de semejante extensión, y se ha multiplicado consi­derablemente el número de alumnos universitarios que se dedican al tema otomano en sus múltiples vertientes culturales.