HISTORIA DE LA TEOCRACIA ECUMÉNICA

La Teocracia Ecuménica es, en si misma, una Comunión Soberana. Nacida de la voluntad de Dios, y por obra de El, en fidelidad a El se fundamenta. Nacida en los origenes, protegida por la solicitud Divina, fortalecida por amor del Pueblo de Dios, procurando captar toda la realidad y sabiduría de El, corregiendo sus propios errores, procurando adaptarse al ministerio que le competía, la Teocracia es hoy una magnífica tarea de trabajo.

Saturday, October 28, 2006

2.- Una idea Basilar.

Todas las teorías que tienden a explicar la creación del hombre, cuanto a su realidad espiritual, fuera en cuanto al origen de esa realidad, fuera en cuanto al momento en que fue insuflada en el cuerpo material, son, por la propia naturaleza del objeto, mas o menos utópicas y fantasiosas.
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No constituyen, para la mayoría de las comunidades eclesiásticas, objeto de definición dogmática. al menos, en esto, hubo un cierto equilibrio de actitude en las asambleas eclesiásticas: no se intentó decir, por votación o cualquier otro medio, sobre la verdad de esta Teoría.
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La Sagrada Jerarquía de los Cristianos Primitivos, en una decisión de 1.650 (1), recomendó que se permaneciese fiel a la bella y simple lenguaje bíblica.
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"El Señor Dios formó, pues, al hombre del barro de la tierra, e inspiró en su rostro un soplo de vida, y el hombre se tornó alma viviente" (Gen,II,7)
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Esa expresión es sencilla, bella y verdadera. En primer lugar, revela que el hombre es constituído de un elemento material, el cuerpo, formado de los mismos elementos que constituyen la tierra. En segundo lugar, revela que ese elemento es inerte, sin vida. Esta solo aparece cuando Dios inspira un soplos de vida. Y entonces el hombre se torna alma viviente.
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Enctonces, se debe de concluir, es ese soplo de vida, venido del propio Creador, lo que constituye al ser Creado, la parte espiritual.
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Esto es de fundamental importancia: la parte material del hombre, si asi se puede decir, es creación de las manos de Dios. Es constituída a partir de un acto exterior. Pero la parte espiritual, que hace del hombre un alma viviente resulta de un soplo inspirado por Dios. Más claramente: no es una substancia exterior al Creador, es una emanación de Él.
Ahí, en esta parte, está la origen de la concepción divina del hombre. Dios, por ese soplo, hace que Su Criatura, participe de Su Naturaleza.

Muchos olvidarán, no vieron o condenaron esta Verdad.