DERECHO DINÁSTICO - EKKLESIA Y DEI IMPERII.
En relación a la EKKLESIA, el Megas Basileus era tmabien denominado (y continúa siendo) DYARKHÈS AUTOKRATÉS (Dyarcha Autokrator, Diarca Autocrata), para distinguirlo jurídicamente, del otro diarca, el DYARKHÈS APOSTOLOS (Dyarcha Apostolus, Diarca Apóstol, o Patriarca Ecuménico).
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Porque el IMPERIO APOSTÓLICO era efectivamente gobernado por una DIARQUIA, cuya autoridad y derechos, por vías específicas provenían de Dios, fuente de todo poder.
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En el Dyarkhès Autokratès reposaba el poder mayor, el poder Basilar del Imperio. No por su propia, exclusiva voluntad. Porque en El, los otros poderes existentes entre el Pueblo de Dios renunciaban, en límites ciertos y conocidos, los propios poderes.
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Eses poderes se agregaban, al poder fundamental, existente en el Príncipe como Dinasta. Porque el Dinasta lo trae consigo, porque eso le es inherente, co-natural, imprescritible en Su Familia, el poder de aglomerar, reunir en Si, agregar a su persona, a su propio poder - esa suma de otros poderes que le son atribuídos por el Pueblo de Dios.
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Porque el IMPERIO APOSTÓLICO era efectivamente gobernado por una DIARQUIA, cuya autoridad y derechos, por vías específicas provenían de Dios, fuente de todo poder.
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En el Dyarkhès Autokratès reposaba el poder mayor, el poder Basilar del Imperio. No por su propia, exclusiva voluntad. Porque en El, los otros poderes existentes entre el Pueblo de Dios renunciaban, en límites ciertos y conocidos, los propios poderes.
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Eses poderes se agregaban, al poder fundamental, existente en el Príncipe como Dinasta. Porque el Dinasta lo trae consigo, porque eso le es inherente, co-natural, imprescritible en Su Familia, el poder de aglomerar, reunir en Si, agregar a su persona, a su propio poder - esa suma de otros poderes que le son atribuídos por el Pueblo de Dios.
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En el contexto del IMPERIUM ROMANUM ( y nos referimos aque al Imperio APOSTÓLICO) el primero Dyarkhès Autokratès fue San Constantino Iº, el Grande, distinguido y electo por Dios. Por eso mismo, Ungido por el Señor XIIIº Apóstol. Y después de él, sus sucesores legítimos, ungidos por la origen dinástica, aprobados por el Senado Romano, aclamados pro el Pueblo, y cosagrados, conforme la costumbre y las formalidades qeu se fueron cristalizando a través del tiempo.
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Obsérvese la belleza y la lógica, la sabiduría y el equilibrio que caracterizan a la VERDADERA TEOCRACIA BIZANTINA (y todas aquellas que de ela derivan): el poder, EL IMPERIUM, está todo en Dios. Este lo transmite, basilarmente por elección Suya, a un Príncipe de Su Linaje. Es un poder sagrado, incuestionable, ¡ pero no absoluto ! Porque el Príncipe debe obediencia a las Leyes, y a los límites que le impone la voluntad de Dios, a través de Vías diversas, son los otros poderes igualmente establecidos por Dios.....
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