HISTORIA DE LA TEOCRACIA ECUMÉNICA

La Teocracia Ecuménica es, en si misma, una Comunión Soberana. Nacida de la voluntad de Dios, y por obra de El, en fidelidad a El se fundamenta. Nacida en los origenes, protegida por la solicitud Divina, fortalecida por amor del Pueblo de Dios, procurando captar toda la realidad y sabiduría de El, corregiendo sus propios errores, procurando adaptarse al ministerio que le competía, la Teocracia es hoy una magnífica tarea de trabajo.

Thursday, October 20, 2005

CONCESIÓN DE TÍTULOS NOBILIARIOS


Una respuesta simple a una pregunta simple: ¿quien puede conferir títulos de nobleza?. Solamente aquellos que poseen, por origen o ministerio el complejo de Poderes, que constituyen la “Soberanía”. No aquella soberanía genérica, poseída por el pueblo que siempre escogió mandatarios de algún nivel. Mas la verdadera Soberanía específica, nacida de la Historia, aureloada de significación transcendente – por una larga cristalización de conceptos y tradiciones – y fundamento y característica de minsiterios basados en la Obra de Redención del Pueblo de Dios.

De quienes son los que dententan la “soberanía”, nos responden los especialistas y las Sentencias, especialmente de las Cortes Supremas de algunas naciones, exponentes de la Cultura y maestras en el respeto del derecho de las entidades. Son, en el dominio de lo que podería llamarse de “soberanía espiritual”, en los Jefes de las Iglesias Históricas y de Comunidades asimiladas, O sea, Su Santidad el Papa, Sus Santidades los Patriarcas Ortodoxos, en las diferentes comunidades singulares, y los Primados de algunas otras Iglesias Históricas. Y, mas allá de esto, y fundamentalmente, por ser los pilares detentores de la “soberanía” los Jefes de las Familias Dinásticas, reinantes o “ex-reinantes”.

No se busca insertar aquí ninguna connotación de orden políticoy partidaria. Así como un golpe de estado no puede “deshacer” la Historia, cualquier ley o pronuncamiento, sea oriundo de quien fuera, no puede destruir el contexto de una familia, aquello que ella realizó y en ella se fundamentó, la Luz de condición, servicios y merecimientos.

Lo máximo que una dictadura puede hacer, o lo que la fuerza bruta puede operar, lo que la Ïgnorancia y el Fanatismo pueden imponer e impedir, por momentos de la Historia, es la manifestación y exteriorización de simbolos e ideas. Mas, ultrapasadas las fases agudas de convulsión, o deteriorado el poder de los dictadores, el equilibrio se restablece, y la serenidad re-asume su lugar, y los ideales generosos, y sus ideas, a la par que los símbolos sagrados vuelven a iluminar los caminos de los Pueblos, porque, inscritos en la orden natural de las cosas, expresan valores perennes y tienden hacia el infinito.